domingo, 15 de noviembre de 2015

REFLEXIONES DESDE LA CÁRCEL: UNA LUCHA QUE NO TERMINA

Ibagué, Noviembre 15 de 2015

Compañeros de lucha en esta huelga de hambre, me dirijo ante ustedes para recalcar que hoy nuestra lucha no es empuñando las armas, hoy es una lucha psicológica y de aguante. Buscando lo que siempre se ha buscado desde hace más de cincuenta años, Igualdad. 

Por eso hoy los invito a continuar unidos a esta huelga de hambre y peleando de una manera silenciosa y pacífica en contra del Estado en busca de la liberación de los compañeros en grave estado de salud, mujeres en estado de gestación y lactancia, y gente de la tercera edad. A su vez buscando también un mejoramiento de calidad de vida de toda la población carcelaria no sólo de este patio, bloque, centro carcelario sino de todo el país. Por eso invito a todos los prisioneros políticos del país y a los presos comunes para que no desfallezcamos. Recordemos que el pueblo unido jamás será vencido y este es el momento de luchar de hacernos sentir, dado que la paz se acerca y aún hay tiempo de solicitar al Gobierno, por medio de La Mesa de Diálogo por nuestros derechos como prisioneros. 

El hecho de ser personas que la simple sociedad descarta no quiere decir que no tengamos derechos como toda persona y esos derechos se nos están violando, porque nos tienen en unas pocilgas que el Gobierno llama cárcel, donde hay patios donde no se recibe sol, la gente se enferma por la falta del sol. La calidad del servicio de agua es pésimo, la salud sí que peor. En la mayoría de las cárceles existe gran cantidad de hacinamiento. Mi pregunta para el Estado colombiano es ¿por qué no se  pensó en esto puntos antes de construir estas pocilgas?

Les recuerdo señores que ante el altar de la Patria, juramos vencer y venceremos. Por mi parte estoy dispuesto y los invito también a seguir con paso firme y llegar hasta donde sea necesario para ser escuchados y así buscar una mejora en nuestra calidad de vida y de toda la población carcelaria del país. No olvidemos que en este mundo en el que hoy vivimos prisioneros, cada día que pasa, es como dar un paso más hacia la Libertad. Y este camino, hoy esta, como por una loma arriba: duro. Pero hay que esforzarnos para llegar a la menta. Porque es la única manera de llegar a ella. Obteniendo esa Libertad que tanto soñamos. Algún día seremos libres.

Hoy estas palabras no son desde las montañas de Colombia, son desde el Bloque 5, Patio 3, Coiba Picaleña. 

Quien les habla: Cauquita. Columna Móvil: Jacobo Arenas de la FARC-EP. ¡Presente!

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