Nosotros como población carcelaria en circunstancias de debilidad manifiesta, queremos denunciar ante los medios de comunicación, que el día 09 de noviembre de 2015 el señor director del centro penitenciario Coiba-Picaleña, hizo una declaración desdibujando y desestimando las justas reclamaciones de los internos de este penal; lo que no señaló el señor Cr. Carlos Alberto Murillo, es la grave crisis por la que atraviesa la institución carcelaria, ni que con el pretexto de la falta de personal de guardia, se vulneran los DDHH y el respecto por la dignidad humana.
En la actualidad, existe un colapso interno que causa serias dificultades en la convivencia, debido a la sobre-población carcelaria y al alto nivel de hacinamiento; el servicio de salud es precario por falta de personal médico y para-médico; en el caso de atención de patologías y suministro de medicamentos estamos condenados a muerte.
En cuanto al tema de visitas, los funcionarios públicos se extralimitan en su función y devuelven a nuestros visitantes por el color del vestido, el diseño del calzado y otras razones injustificadas, el ingreso de menores de edad es restringido, además de las requisas arbitrarias y abusivas; como consumidores cautivos pagamos el servicio mas costoso por minuto de comunicación telefónica a razón de 280 pesos. Los elementos de primera necesidad son costosos y de mala calidad; el servicio de agua es racionado, como presos no podemos ir al afluente mas cercano a coger agua, por tanto, escasea para el aseo personal, de las baterías sanitarias y lavado; lo inexplicable es que la institución carcelaria no haya hecho uso del método de contingencia sanitaria y de posos perforados para resolver en parte nuestra penosa situación. Por esto y mucho más, la declaración del señor director no obedece a la verdad, ni ala realidad actual.
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